En tipología lingüística se conoce como lengua ergativa (o ergativo-absolutiva) a aquella en la que el sujeto de las construcciones intransitivas se marca de la misma forma que el objeto de las transitivas, y el sujeto de las transitivas se marca en una forma diferente. Este tipo de lenguas contrasta con las de tipo nominativo.
Cuando las lenguas ergativas distinguen casos, el sujeto de un verbo transitivo corresponde al caso ergativo, y tanto en el objeto directo del verbo transitivo como en el sujeto del intransitivo rige caso absolutivo.
Algunos ejemplos de lenguas ergativas incluyen el euskera, georgiano y muchas lenguas caucásicas más, varias lenguas mayenses en Guatemala y México, la familia de lenguas pano de Perú, Bolivia y Brasil, esquimal de Groenlandia y un número importante de lenguas australianas. A veces se considera la ergatividad como un fenómeno raro o remoto, principalmente por el hecho de que todas las lenguas europeas, a excepción del euskera, tanto las indoeuropeas como las urálicas, son de tipo nominativo-acusativo. Sin embargo, alrededor del 20 % de las lenguas del planeta son predominantemente ergativas.
Incluso algunas lenguas indoeuropeas de la rama indoirania han desarrollado sistemas de marcaje de caso de tipo ergativo. Entre estas lenguas están el kurdo kurmanji, pashto, hindi o el panaĵabí.
Muchas de las llamadas lenguas ergativas presentan frecuentemente ergatividad escindida, en la que existe a veces un marcaje de tipo ergativo-absolutivo y otras veces un marcaje de tipo nominativo-acusativo.