traducción jurídica

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También llamada → traducción legal. Si bien suele conceptualizarse como un tipo especial de traducción, en apariencia sujeta a necesidades muy definidas, bajo el término «traducción jurídica» confluye un amplio abanico de funciones que requiere de enfoques muy variados y a veces contradictorios (Harvey 2002; Mayoral 2002). Los estudiosos de la traducción jurídica, o Legal Translation Studies (LTS), se encargan de analizar las diversas y heterogéneas tareas que desempeñan regularmente los profesionales que trabajan en esta «profesión polifacética y dinámicamente cambiante» (Borja Albi y Prieto Ramos 2013,). Aunque una posible definición de la traducción jurídica y su categorización según diferentes criterios han sido durante mucho tiempo objeto de debate en la literatura, solo parece haber un consenso general sobre la vaguedad del alcance del campo y el solapamiento entre la traducción jurídica y otras categorías de la práctica y la investigación de la traducción.

En el ámbito de los textos jurídicos, en particular los de valor internacional (por ejemplo, convenios internacionales, patentes, compromisos, etiquetado o contratos de valor transfronterizo) o de aplicación transfronteriza (por ejemplo, directivas o reglamentos europeos), se plantean cuestiones particulares e importantes de «buena traducción«, a veces con procesos de certificación de conformidad (traducción conforme).

El lenguaje y su precisión son de gran importancia en el derecho. Para mejorar su trabajo, los traductores pueden recurrir a veces a los jurisconsultos, a la filosofía del derecho y, sobre todo, a la semiótica y a la lingüística jurídica.

Sin embargo, algunos conceptos jurídicos no son universalmente compartidos y, por lo tanto, son difíciles de traducir; por otra parte, algunos países, como Suiza, han optado por utilizar la lengua común para su código civil, mientras que otros, como Alemania o Portugal, al reescribir recientemente su legislación, han optado por utilizar un lenguaje muy técnico y preciso (jerga, vocabulario y expresiones «no populares»), pero difícil de entender para el ciudadano medio.

Mientras que para un traductor con conocimientos jurídicos es relativamente fácil transponer o traducir un texto jurídico abstruso pero preciso a un texto más claro para todos, lo contrario es más difícil. El traductor, aunque sea abogado, a menudo tiene que interpretar 

Proceso traductor

Para traducir un texto del campo del derecho, el traductor debe considerar sobre todo ciertos aspectos. El sistema legal del texto de partida se estructura de manera que se adapte a la cultura y esto se ve reflejado en el lenguaje jurídico. Del mismo modo, el texto de llegada se redacta para los lectores familiarizados con el otro sistema legal (que corresponde a la jurisdicción asociada con el texto de destino) y su idioma. La mayoría de las formas de escritura legal, y los contratos, en particular, tratan de establecer claramente los derechos y deberes de las personas. Es imprescindible asegurar la correspondencia precisa de estos derechos y deberes en el texto original y en la traducción.

Traducción jurídica

Traducción de documentos jurídicos

Fran ANAYA

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Traductor de documentos jurídicos altamente cualificado y profesional. Titulado universitario y MA en Traducción, constantemente en formación contínua en el campo de la jurisdicción nacional e internacional con años de experiencia en la traducción de documentos jurídicos, principalmente, del alemán al español.

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